La era dorada de la innovación tecnológica

La era dorada de la innovación tecnológica

Elon Musk opinó en un podcast el año pasado que “demasiada gente inteligente se dedica a las finanzas y al derecho”. En estas profesiones, la idea es que la gente juguetee con los límites de la economía. La tecnología, por su parte, está rehaciendo la economía.

Para los jóvenes graduados que buscan una carrera en tecnología en lugar de seguir un camino más tradicional, no ha habido un momento mejor en términos de la posible recompensa monetaria. Unirse a una joven startup podría ser un boleto para el próximo Snowflake, Roblox o Airbnb, por nombrar algunas de las empresas que acaban de salir a bolsa y que valen decenas de miles de millones. Y, tras una serie de importantes avances tecnológicos en los últimos meses, también existe la oportunidad de hacer realidad ese cliché consagrado de la industria tecnológica: cambiar el mundo para mejor.

Por ejemplo, el papel de las empresas tecnológicas durante la pandemia: El comercio electrónico y las aplicaciones de entrega de alimentos permitieron a las personas vulnerables evitar el contagio. Las videoconferencias y las aplicaciones de colaboración en el lugar de trabajo hicieron posible el trabajo a distancia y la enseñanza en línea, mientras que los servicios de streaming y los videojuegos proporcionaron entretenimiento en casa. Y lo que es más importante, el rápido desarrollo de vacunas eficaces contra el COVID-19 utilizando nuevas tecnologías como el ARNm salvó vidas y nos puso en el camino de la recuperación.

Todo ello ha sentado las bases para un mayor progreso. El enfoque en la creación de servicios digitales para hacer frente al COVID-19 ha dado lugar a importantes avances en tecnologías clave —como la computación en la nube, la inteligencia artificial y los semiconductores— que permitirán la próxima ola de innovación. Y la maduración de las herramientas gratuitas de software de código abierto es una bendición para las startups que buscan desarrollar productos rápidamente a un menor costo.

Los inversionistas también están dando un paso adelante. Según Crunchbase, durante el trimestre de marzo se invirtieron casi 73 mil millones de dólares en startups norteamericanas en etapa de crecimiento, el doble que el año anterior. En pocas palabras, puede que nunca haya habido un momento más fácil o más fortuito para crear una nueva empresa tecnológica.

La industria tecnológica también persigue problemas espinosos. A principios de este mes, Microsoft apostó 20 mil millones de dólares al potencial de la inteligencia artificial para mejorar drásticamente el lugar de trabajo con la compra de Nuance Communications.

El gigante del software pretende aplicar a otros sectores además del sanitario, el éxito inicial de la empresa pionera en el reconocimiento de voz al utilizar la IA para aliviar a los médicos del tedioso papeleo administrativo. El fabricante de Fortnite, Epic Games, recaudó mil millones de dólares en capital nuevo que podría dar lugar a algo sacado de las novelas de ciencia ficción. El editor del juego dijo que los fondos se destinarán a su objetivo de construir el “Metaverso”, donde las personas pueden jugar y socializar entre sí en mundos virtuales. Y el lunes, Apple anunció que planea gastar decenas de miles de millones de dólares en el desarrollo de semiconductores avanzados y tecnologías inalámbricas 5G en los próximos cinco años.

El progreso tecnológico puede tener sus inconvenientes. Ha habido obstáculos éticos con el uso del reconocimiento facial contra grupos minoritarios, junto con los efectos negativos de los algoritmos que amplifican el contenido polarizante en las redes sociales. Y no todas estas empresas tendrán éxito en sus altas aspiraciones. Pero soy optimista de que habrá avances y que las posibles contribuciones a la sociedad superarán los costos. Con la creciente afluencia de talento y una gran cantidad de capital en busca de ideas tan emocionantes, puede que estemos al borde de una era de oro para la innovación. Si solo un puñado de estas nuevas ideas tienen éxito, el futuro podría ser más brillante que los sueños más brillantes de Elon Musk.

Fuente: El Financiero MX

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