Las criptomonedas como recurso de un conflicto bélico

Las criptomonedas como recurso de un conflicto bélico

El estallido del conflicto entre Rusia y Ucrania es el tema que ha superado al Covid como noticia alrededor del mundo, y los activos digitales se han ubicado como un recurso muy importante de esta guerra. Una vez más, un evento mundial impulsa su crecimiento.

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Mientras sucedía la pandemia de Covid – 19 en el mundo, y sus distintas olas de contagios, se produjo un aumento en la adopción del uso de crypto divisas para facilitar transacciones internacionales, lo que derivó en la creación de nuevas monedas e instrumentos digitales de inversión. Ahora, con la agenda guiada por otro acontencimiento de dimensiones casi tan trascendentales como la pandemia, los activos digitales vuelven a ser los elegidos por las distintas partes afectadas en este conflicto bélico.

Con los medios de comunicación colapsados con las noticias por la invasión de Rusia a Ucrania, el país conducido por Vladimir Putin comenzó a sentir una serie de sanciones económicas a manos de diferentes naciones, en señal de repudio por lo sucedido. Los bolsillos de los ciudadanos intentan, ante el gran desplome económico, retirar sus ahorros de los bancos, aunque muchos no lo consiguen.

Pay Pal, Visa y Mastercard han suspendido sus servicios en el país de Putín siguiendo el terremoto, que comenzó con la expulsión de ese país de la red de Swift.

El Fin justifica los medios

La creación de un marco legal para Bitcoin y las criptomonedas en Rusia, parece haberse mantenido entre las prioridades del gobierno, en el marco del conflicto emprendido contra Ucrania. Hasta hace muy poco tiempo, el Banco Central ruso ha mantenido una férrea oposición a la incorporación de Bitcoin y otras criptomonedas a la economía rusa, al punto que solicitó la ilegalización de este mercado, sin embargo el Ministerio de Finanzas propone que la banca rusa, y no los exchanges especializados, sea la encargada del intercambio de Bitcoin y otras criptomonedas, para facilitar el control.

El corralito de Chipre como antecedente

En marzo marzo del 2013, se estableció en Chipre un «corralito» que es como se le llama a la restricción de la libre disposición de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorros de clientes Rusos. Esto, se produjo con el objeto de evitar el pánico bancario o retirada masiva de depósitos ante la imposición en Rusia de un impuesto a los depósitos bancarios y de una ley que exigía la repatriación de fondos de personas rusas que tuvieran en el extranjero. Muchos Rusos perdieron sus depósitos, y ese fantasma está muy presente en estos momentos que la economía está siendo afectada por la guerra.

En medio del caos los gobiernos de occidente están temerosos, ya que Rusia (país que posee un gran porcentaje de criptomonedas) podría perfectamente utilizar los activos digitales para evadir estas tipos de sanciones

En un tuit publicado esta semana, el vice primer ministro de Ucrania, Mykhailo Fedorov, les pidió a las plataformas de criptomonedas que no solo bloquearan a los políticos y oligarcas, sino también a los ciudadanos rusos.

Por su parte, la Unión Europea aclaró que buscará incluir a las cripto en todo tipo de sanciones. En paralelo, grandes empresas como Apple suspenderán sus actividades en Rusia. Sin embargo Coinbase y Binance han rechazado negarle el servicio a los ciudadanos Rusos.

La otra cara de la moneda es presentada por la invadida Ucrania, que ha recibido distintas donaciones de Bitocin con el objetivo de apoyar al ejército, reestructurar las ciudades y motivos relacionados. Incluso, hace pocos días se recibirieron más de tres millones de Bitcoins que provenían de un solo donante.

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