Todos queremos hacer plata, mucha plata, con un golpe de suerte. Esa es la razón por la que son exitosos los casinos, Bingos, Loterias de todas las variedades, y demás apuestas que prometen llenarnos de millones con unas monedas. Ahora, de la mano de la tecnología, y con el hartazgo del asedio cada vez más metido en la intimidad de nuestros bolsillos por parte de los impuestos, se nos presentan las “apuestas” en criptoactivos.
Ya hay muchas historias sobre gente que ganó mucho, y de los que perdieron también. Hay leyendas, personajes icónicos, y hay también una gran cantidad de noticias. Verdaderas y falsas.
Convengamos, que los medios tradicionales aprovechan la ola para pescar lectores y poco les preocupa si están divulgando y confundiendo al público, o si están divulgando y educando. La gente, mareada de tanta información, pero tentada de no perderse una oportunidad para aumentar sus arcas, se anima y pone sus ahorros soñando con pegar un salto económico.
La realidad es que sí, los criptoactivos son reales oportunidades para ahorrar y/o invertir. Y por primera vez están al alcance de cualquiera, ya que no están las grandes empresas financieras moviendo los hilos y limitando con complicaciones de papeles para poder entrar.
Con una app en el teléfono o por una página de internet, se puede invertir muy poca plata, (literal, algunos sitios o plataforma te invitan con un deposito de 100$) y hasta elegir diferentes productos.
Pero la ignorancia es la trampa más peligrosa y, sumada a la curiosidad que mató al gato, juntas son la forma que muchos mal intencionados aprovechan para atraer inversores para hacer el famoso “tirón de alfombra” que como sabemos, si bien las personas pierden muy poco, los otros se quedan con millones.
Aquí, la explicación: https://www.instagram.com/p/CZ0PaOZsLoP/
¿DÓNDE ESTÁ LA OPORTUNIDAD?
Por ejemplo; un artista digital tiene una colección de obras. Ahora tiene la oportunidad de ofrecerlas a millones de personas por el mundo. Antes, debía depender de una galería de arte y su reducido público, como de la voluntad del galerista de ofrecer sus obras antes que las de otro artista.
Para esas millones de personas, la oportunidad está en poder comprar una obra o incluso una fracción de la obra averiguando fácilmente sobre el artista, definir si es nuevo, si tiene obras anteriores, que opinan otros en las redes, cuantos likes tiene, etc. Todo eso está en las redes, en las plataformas donde se ofrecen, y eso es algo que ya todos entienden: Instagram, Facebook, Twitter, algunos tienen su canal de Discord, o Telegram. Estas son las nuevas “pizarras” donde se puede evaluar el interés del público y el valor del artista y de sus obras. Porque el valor de los NFT, o incluso de las criptomonedas, está dado por el interés de la gente.
Cuando alguien compra un NFT está comprando los derechos sobre esa obra. La puede volver a vender, la puede exhibir en sus redes o usar como perfil, pero es una compra segura. se puede conocer, por ejemplo, si es el primer comprador, si es uno de varios, todo queda registrado de tal forma que, entendiendo cómo, puede verse el historial.
Muchos de estos NFT pueden salir con un valor de centavos de dólar, y en algunos casos en poco tiempo llegan a valer unos cuantos miles. Para eso hay que tomarse tiempo de informarse, con profesionales serios, leyendo por cuenta propia y viendo videos de sitios reconocidos.
Recordemos algunos casos; los Bored Monkeys Yatch Club, se compraron por algunos cientos de dólares y hoy han llegado a venderse por quinientos sesenta mil dólares a la reina del pop Madona.
Y también recordemos a la reciente Generación Zoe, que muchas personas están tratando de ver cómo recuperar lo que han invertido. Un tal Nomi Chef creó $SUSHI, y luego se fue con 18 millones de dólares arruinando a sus inversores. Una moneda llamada $HOTDOG pasó de valer 4.000 dólares a un dólar en cinco minutos, y una broma en las redes sociales dio lugar a $MEME, una de las criptos más exitosas del panorama. Su creador, Jordan Lyall, reconocido en el criptoespacio, lanzó en Twitter el Degenerator, una supuesta web donde crear shitcoins en pocos minutos. El post irónico se viralizó precisamente entre quienes se lo tomaron en serio y querían lanzar su propio token. Lyall y su equipo decidieron entonces crear una moneda no tan de mierda: $MEME. Los primeros en apoyarla recibieron gratis 250 memes, que al mes valían unos 600.000 dólares.
No hay leyes ni policías. Esto es un mundo por el momento anárquico. Osea, que es un a llorarle a Montoto si se pierde lo que se invirtió.
Todos conocemos un vecino, un ex compañero del colegio que postea en sus redes explicaciones, y quiere convertirse en un bróker de NFT. Pero este es un sistema P2P, o sea, entre A y B, y se ha construido sobre la idea de eliminar la intermediación. Por eso si se quiere entrar, la recomendación es: Escuchá a ese vecino, pero no dejes que te deslumbre, hagan la tarea, investiguen, y empiecen de a poco. Esto recién empieza, pero mueve billones, y no todos ganan ni todos pierden, ¿en qué grupo les gustaría estar?
¡Muévanse y hagan su propia investigación!
